Cuando vas a diseñar el plan de contenidos de tu blog, uno de los pasos imprescindibles es definir las categorías y etiquetas. Puede parecer algo muy sencillo e insignificante, pero lo cierto es que son los cimientos sobre los que construir tu contenido. Representan la temática de tu blog y son una gran ayuda para posicionarlo.
Pero antes de contarte por qué no puedes vivir sin ellas, empecemos por el principio.
La diferencia entre categorías y etiquetas
Es muy frecuente que se confundan estos dos términos o no se apliquen de la manera adecuada dada su similitud.
- Categorías: Es la forma de catalogar los temas de los que vas a hablar en tu blog. Digamos que son las secciones en las que se divide tu site. Son internas y propias de cada blog.
- Etiquetas: Podríamos que son las equivalentes a los hashtags en Twitter o Instagram. A diferencia de las categorías, son externas, son los temas sociales sobre los que cualquiera puede escribir en la red.
Una vez tengas clara la diferencia entre estos dos conceptos es el momento de emplearlas estratégicamente.
Para qué sirven las categorías
Las categorías componen la estructura temática de un blog. Ayudan al usuario a conocer la temática de tu blog y encontrar los contenidos que le interesan. De ese modo, le estamos facilitando la navegación de un post a otro y el acceso a los post antiguos, menos visibles.
En el caso de un canal de YouTube, las categorías serían equivalentes a las “Listas de Reproducción”. Te permiten ordenar los vídeos por temática con la nomenclatura que tú elijas.
También son un apoyo para ti cuando tengas que crear tu calendario editorial. Una vez tengas claro de qué vas a escribir, tener definidas las categorías te ayudarán a planificarte. Podrás saber con qué frecuencia escribir de cada tema para que tu blog consiga los objetivos que te has marcado.
Para qué sirven las etiquetas
Las etiquetas, en cambio, son más concretas y específicas y te ayudan a posicionar tu blog en buscadores. Son las palabras clave con las que tu blog competirá con el resto para estar en los primeros puestos de Google.
Su principal objetivo es que cuando un usuario teclee en Google determinadas palabras clave, aparezcan por relevancia los posts que contengan dichas palabras como etiquetas.
Lo cierto es que el SEO es algo mucho más sofisticado que esto, pero etiquetar correctamente las entradas de tu blog es un paso imprescindible que puedes dar ya mismo.
Manual de uso: Categorías y etiquetas
Ahora sí, llega el momento de pasar a la acción y elegir tus categorías y etiquetas.
Existen muchas teorías, así que te voy a dar mis recomendaciones de lo que en mi experiencia me ha dado mejores resultados:
- Nombres cortos y concretos
Es conveniente que el usuario que visita tu blog por primera vez pueda identificar qué tipo de contenido va a encontrar en cada categoría. Para las etiquetas, debes pensar qué palabras pondría en Google un usuario que corresponda con tu público objetivo para encontrar ese post.
Te recomiendo que consultes Google Trends para saber cuales son los términos más buscados. Es importante dar con las palabras adecuadas, ya que para los buscadores no es lo mismo poner “cabello” que “pelo”.
- Categorías generales y etiquetas específicas
Generalmente, si estás empezando con tu blog o no tienes una frecuencia muy alta de publicación, es mejor que te limites a tener categorías principales. Reconozco que no soy partidaria de diferenciar entre categorías principales y secundarias.
Aunque, para ciertos casos en los que el contenido es muy diverso sí son útiles. Por ejemplo, para un portal de planes de ocio, sería interesante diferenciar entre “Restaurantes” (categoría principal) y “Restaurantes asiáticos” (categoría secundaria).
Para las etiquetas, lo ideal es ser lo más específicos y concretos posibles. Resulta prácticamente imposible posicionarse en los primeros resultados de Google con palabras muy generales como puede ser “Moda”. Es preferible utilizar términos más concretos como “jerseys cashemere”
[bctt tweet=»Las categorías de un blog son generales y las etiquetas específicas.»]
- No te excedas en la cantidad
Considero que lo ideal es centrarse en 4-6 categorías y no más de 10-12 etiquetas. De ese modo acotarás tu especialización, harás que las categorías tengan más peso y estén más completas.
Siempre digo a mis clientes que con cada Click que hacemos dar al los usuarios perdemos una cantidad de ellos. Si eres práctico organizando tu contenido, podrán encontrar mejor lo que buscan sin marearles de un lado a otro.
Errores frecuentes
- Cuantas más etiquetas, mejor. Hay quienes tienen una larga lista de etiquetas y las copian en todos los post. Esto solo te va a perjudicar, es importante que cada post tenga sus etiquetas concretas.
- Las categorías no son formatos.
- Confundir categorías con etiquetas. Seguro que después de haber leído este post ya tienes claro que poner las mismas palabras para las categorías que para las etiquetas nunca fue buena idea 😉
- Categorías que incoherentes con tu actividad. Seguro que tienes muchas aficiones que nada tienen que ver con tu actividad profesional. Me encanta aportar un lado personal al contenido y relacionarlo con otros ámbitos que no tienen nada que ver. Pero es crucial que tus categorías se asocien a una misma temática que es la esencia de tu blog.
- Nombres largos y complejos. Seguro que se te ocurren mil formas originales de darle la vuelta a un concepto, pero ten cuidado con no confundir a tus lectores (ni a Google).
- Catalogar un mismo post en muchas categorías. A veces nos encontramos con que un mismo post puede encajar en diferentes categorías. No te excedas en catalogarlo en todas ellas, procura que nunca abarque más de el 50% de ellas.
- Categorías sin contenido. Por el contrario, a veces nos apetece escribir un post que no conecta con ninguna de las categorías del blog. Normalmente suelen ser los posts con carácter más personal. Ten en cuenta que si no lo ubicas en una categoría a medida que pase el tiempo irá perdiendo visibilidad en tu blog. Una opción es incluir una categoría muy general como “Actualidad”, “Personal” o “Uncategorized”. De ello depende que tengas más contenido relacionado que incluir en ella.
Por último, me gustaría darte un consejo que suelo dar cuando me preguntan qué escribir en el primer post de un blog, y que yo misma seguí en este mismo. Nombra tus categorías de contenido, utilízalo como declaración de intenciones y define los temas que vas a tratar.
Espero que este post te haya resultado útil, y me encantaría saber si añadirías alguna recomendación a la hora de crear las categorías y etiquetas de un blog.